Gobierno

El talento y la inclinación por un papel empresarial no pueden ser heredados. Creemos que sólo aquellos que se toman en serio el papel de dueño y lo desempeñan profesionalmente son “dueños legítimos”. Una clave crucial para el éxito es separar organizativa y mentalmente el papel de dueño del de ejecutivo. Un dueño puede, pero no tiene por qué, ocuparse directamente de la gestión operativa; puede (y en muchos casos debe) delegar. Pero sea cual sea la configuración, la responsabilidad última del dueño de una empresa familiar es garantizar que “la familia no destruya la empresa, ni la empresa destruya a la familia”.

Asesoramiento sobre estructuras de gobierno

AvS – International Trusted Advisors diseña y ayuda a implementar estructuras de gobierno para empresas privadas. Nuestros asesores cuentan con una gran experiencia en la creación y el funcionamiento de sistemas de gobierno corporativo y familiar. Nuestro papel es proporcionar perspectivas, buenas prácticas y asesoramiento sobre las diferentes opciones estructurales disponibles y, lo que es más importante, ayudar a los dueños y a otras partes interesadas a lograr un entendimiento común sobre cómo (y por quién – ejecutivo externo o miembro de la familia) debe dirigirse su empresa. Ayudamos a nuestros clientes a través de un proceso exhaustivo para desarrollar y definir la sustancia, los principios rectores y las normas necesarias para crear un gobierno claro y viable.

Desarrollo de una estrategia de propiedad

Garantizar el éxito a largo plazo de una empresa requiere un conjunto aceptado de objetivos estratégicos fundamentales y valores subyacentes. Ayudamos a las partes interesadas a encontrar un entendimiento común, definiendo los fundamentos de lo que es la empresa y en qué dirección debe dirigirse.

El 70% de las familias empresarias pierden el control de la empresa entre la primera y la tercera generación. En el 60% de los casos, estos problemas se remontan a conflictos interpersonales que implican una ruptura de la confianza y la comunicación. Para evitar estos riesgos, las empresas familiares deben abordar cuestiones como:

• ¿Cómo garantizar que, en cuestiones fundamentales, la dirección obtenga las decisiones oportunas y bien fundadas que debería esperar de un dueño competente?
• ¿Cómo crear mecanismos de control adecuados y eficaces?
• ¿Cómo garantizar que los miembros de la familia que trabajan en la empresa sean contratados, desarrollados, dirigidos y remunerados de acuerdo con sus capacidades?
• ¿Cómo proteger los intereses de los accionistas que no trabajan en la empresa?

La Constitución de Familia

Es una buena práctica que los sistemas de gobierno de las familias propietarias de empresas se documenten en un “protocolo” o una “constitución”. El nombre no es crítico, y el objetivo no es sólo crear un buen documento. Lo más importante es el proceso, una interacción constructiva entre los miembros de la familia. Esto incluye:

• Obtener claridad sobre los valores, objetivos, aspiraciones y preocupaciones de cada individuo.
• Cristalizar dónde hay acuerdo, y dónde hay desacuerdo.
• Tratar de lograr un espíritu común, reforzando los puntos en común.
• Lograr la comprensión mutua, y la confianza.
• Fortalecerse – como miembros de una familia empresarial y como co-dueños (aumentando los niveles de conciencia, profesionalidad, identificación, compromiso).

Creemos que es indispensable implicar a todos los miembros (relevantes) de la familia para encontrar juntos una solución “a la medida” adaptada a la situación específica de su familia. Como expertos externos, actuamos junto a la familia no sólo para redactar la constitución, sino para estructurar y acompañar el proceso, moderar las discusiones y asegurarnos de que el proceso alcance un resultado viable.